Pero ¿qué hacemos con las personas que a pesar de ello generan comentarios que comprometan la reputación de marca? Recomiendo abordarlo desde 2 perspectivas. Desde la percepción de marca a nivel público y abordar de forma personalizada el problema.
Transmitir de manera clara y pública que se su opinión ha sido escuchada y que están trabajando en ello y de forma paralela comunicarse con el cliente para entender lo sucedido y brindarle alternativas de solución.

Hace un buen tiempo que el vínculo que existe entre las empresas y los consumidores se encuentra en un escenario digital donde las condiciones y jerarquías están en igualdad. La libre expresión, la opinión bien o mal intencionada se traslada a plataformas digitales donde consumidores satisfechos y no, expresan sus opiniones y experiencias de servicio.
El acompañamiento que podemos brindarles a lo clientes al momento de brindarles un producto y servicio, así como validar que efectivamente lo brindado para el cliente se utilice y que esté cumpliendo con los objetivos del consumidor nos permitirá tener un vínculo sincero, transparente y avalado por un respaldo a nivel de servicio. Todo ello contribuirá a que se reduzca la posibilidad que se generen crisis de marca.